Hace 5 años el distrito de Taray sufrió una tragedia que
hasta el día de hoy sigue latente en la memoria de los moradores. Ocho personas
murieron por el desborde del río Quesermayo cuyo caudal parece en la actualidad
de un riachuelo inofensivo, pero la amenazada de que se produzca otra desgracia
similar está ahí, al acecho.
PELIGRO. El responsable de Dirección Desconcentrada de
Defensa Civil de Cusco, Gustavo Infantas, refirió que el peligro es inminente en
los distritos de Taray y Pisac, debido a que en la parte alta norte, por Corao,
se registra acumulación de agua y por el desnivel del terreno se genera que los
huaycos lleguen con mucha más fuerza a ambos sectores, es por ello que urge la
inmediata ejecución de trabajos de defensa.
En los próximos días se firmará un convenio de asistencia
técnica entre la Municipalidad Distrital de Taray y el Indeci-Lima, para
implementar el sistema de alerta temprana en el sector, que servirá a la
población para ponerse a buen recaudado sí en caso se registra otros huaycos.
REUBICACIÓN. En junio del 2010, el Instituto Nacional de
Defensa Civil (Indeci), en un informe del estudio geodinámico e hidráulico
sobre la cuenca de Quesermayo, aconsejó que debe darse la reubicación del
poblado de Taray, pero dicha recomendación no fue tomada en cuenta por la
autoridad local de ese entonces, encargada de esta acción.
Aunque en el 2012 la municipalidad de Taray informó que diez
familias iban a ser reubicadas en terrenos de la comuna, ubicadas a 15 minutos
del pueblo, y otras estaban a la espera de que se formule el expediente técnico
para el inicio de las obras.
Las casas que resultaron ser la tumba para ocho personas, ya
no están de pie pero se construirán otras.
PREPARADOS. Ahora da
risa el río, pero en ese momento era una cosa álgida, una situación enorme,
se venía piedras lodo y nadie en esa noche se
imagino que iba costar la vida de tantas personas, casi una familia integra
murió los Lasteros, fue la desgracia más grande que se afronto en Taray, recuerda Juan Loayza Matto, poblador del distrito desde hace
varios años.
Una práctica negativa que se repite en el país, cuenta Juan
Loayza, es que cuando hay una desgracia todo el mundo ofrece el oro y el moro desde el
Gobierno Central, hasta el Gobierno Regional de Cusco, pero las promesas solo
quedaron en palabras y otras en el papel.
Pero reconoce el apoyo de la población, Defensa Civil y
entidades particulares quienes les entregaron frazadas, carpas, alimentos y
otros a quienes lo perdieron todo en una noche donde la lluvia hizo que el
caudal del río Quesermayo creciera hasta desbordarse arrastrando piedras, troncos,
lo que significo la sentencia mortal para algunos y la ruina para otros.
Me acuerdo que el gobernador
actual (Edwin Licona), como director del IMA, nos trajo un ofrecimiento para la
defensa ribereña del Quesermayo donde se iba invertir más de 3 millones de
soles, donde se hizo gaviones, es por eso que este año no se puso en peligro
nada además las lluvias no fueron fuertes como años anteriores, aseveró Loayza.
Felipa, también perdió su casa, Nosotros
nos quedamos con la ropa en el cuerpo y fueron con máquinas que nos sacaron, en
la madrugada, mi familia murió, mis dos sobrinos, mi cuñada y sus nietos de mi
cuñada era una desgracia, era una laguna donde los animales domésticos, enseres
y otros eran arrastrados por el agua acotó.
FUENTE: DIARIO CORREO DEL CUSCO